Galletas de Mantequilla (Receta tradicional canaria)

Ingredientes para unas 40-50 galletas:
400 gr. de harina normal de repostería.
240 gr. de mantequilla.
120 gr. de azúcar glas, si no tenéis podéis utilizar de la normal, pero os aconsejaría triturarla un poco, aunque sea con un mortero.
1 huevo.

Elaboración tradicional:
Reblandecemos la mantequilla (A TEMPERATURA AMBIENTE)
En un bol, añadimos la mantequilla y el azúcar y batimos con ayuda de unas varillas eléctricas, turmix, o cualquier otro robot de cocina que dispongamos.
Añadimos el huevo y seguimos batiendo. Añadimos la harina y seguimos hasta incorporar la mitad de ella, entonces tendremos que amasar un poco a mano. Vamos incorporando la harina que nos queda y amasando hasta que os quede una masa que no es pegajosa. Hacemos de la masa 3 particiones. Hacemos con cada partición una bola, las envolvemos con papel film y las metemos en el frigorífico una media hora más o menos.
Pasado el tiempo, precalentamos el horno a 180º calor arriba y abajo. Sacamos una bola de masa del frigo. Enharinamos un poco la zona de trabajo. Ponemos la bola ya sin paple film, apalstamos un poco y con ayuda de un rodillo, o de una botella, aplanamos la masa un poco, consiguiendo un grosor de medio centímetro, quiza menos.
Con ayuda de cortapastas de diferentes formas vamos cortando la masa. Con los restos, hacemos de nuevo una bola, volvemos a aplastar, y volvemos a hacer formas hasta que se acabe la masa. Si no disponéis de cortapastas, podéis hacer bolitas y aplastarlas con la mano o el culo de un vasito de licor.
Ponemos las galletas en una bandeja de horno, forrada con papel vegetal, apto para el horno.
Metemos en el horno y dejamos unos 12 minutos, se han de dorar muy poquito por los bordes y lo demás blanco. En el horno veremos que están blandas pero al enfriarse se endurecen un poco. Con 12 -14 minutos son suficientes.
Repetir el mismo proceso con las otras dos bolas de masa que tenemos en la nevera. Mientras se hacen las que tenemos en el horno, volvemos a hacer otra bola. La que queda la seguimos guardando en la nevera.

Cuando estén frías las podemos guardar en un tupper, caja para galletas o en una bolsa hermética.